viernes, 14 de octubre de 2016

SITIOS ARQUEOLÓGICOS E HISTÓRICOS, COSTUMBRES DE MICHOACÁN

SITIOS ARQUEOLÓGICOS E HISTÓRICOS


El Imperio Purépecha se extendió por todo Michoacán y el centro del país; actualmente se conservan alrededor de 45 zonas arqueológicas, de las cuales sólo 7 se encuentran abiertas al público: Tzintzuntzan, Tres Cerritos, Ihuatzio, Huandacareo, Cuitzeo, San Felipe de Los Alzati y Tingambato. El asentamiento de Tzintzuntzan posee una envidiable vista del Lago de Pátzcuaro y se conformada por 5 pirámides denominadas “Yácatas”. Este fue el principal centro ceremonial y capital del imperio purépecha y actualmente cuenta con un pequeño museo arqueológico. En la zona de Ihuatzio, perteneciente a Tzintzuntzan, se observan una plaza y 2 pirámides rectangulares además de un mirador circular y algunas murallas. Aquí se han encontrado también esculturas dedicadas al Chac Mool o “gran jaguar rojo”, coyotes y otras piezas.  La zona arqueológica denominada Tres Cerritos se conforma por una serie de estructuras que en su momento formaron cámaras funerarias de las cuales, actualmente, se conservan tres plataformas de piedra y una plaza central con un adoratorio al centro. En la llamada Ciudad Perdida, entre Cantabria y Caurio de Guadalupe, se localiza una ciudad purépecha con algunas casas que rodean una pirámide de donde se realizaban sacrificios para agradar a sus dioses. Sobre una loma que ofrece una gran vista del Lago de Cuitzeo, se encuentra la zona arqueológica de Huandacareo, donde se observa la llamada “Plaza Hundida”, una pirámide yácata y el "Patio de tumbas” entre otras. Por su parte, en el pueblo de San Felipe de los Alzati, Zitácuaro, se encuentra un asentamiento que sirvió como punto de vigilancia.

FIESTAS DE MICHOACÁN



La cultura popular michoacana es colorida y llena de leyendas como en todos los pueblos y ciudades de México. Se ha permeado con su tradición prehispánica de costumbres paganas y se mezcló con la tradición católica tras la llegada de los conquistadores españoles. Es así que la celebración a los muertos en la Isla de Janitizio es un evento de fama mundial que no te puedes perder si te encuentras de visita en Michoacán.



Cuenta la leyenda que la noche del 1 y el 2 de noviembre vuelven de la penumbra las sombras de Mintzita e Itzihuapa, un par de príncipes herederos de Janitzio que no pudieron casarse tras la irrupción española. Cuando Nuño de Guzmán apresó al padre de la princesa, ella quiso liberarlo ofreciéndole a Guzmán los tesoros ocultos bajo las aguas de Janitzio y Pacanda. Cuando su amado Itzihuapa se sumergió para extraer dicha fortuna, fue sujeto por una veintena de sombras que le obligaron a permanecer como guardián del tesoro mientras su amada murió a la orilla del lago esperando que éste saliera. Cada noviembre, ambos príncipes visitan el panteón para recibir la ofrenda de fruta, pan y luz de velas que los vivos ofrecen a sus difuntos. Imperio  purépecha proteger la zona de los mexicas o aztecas. 

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